Lo único permanente es la muda.

 

Antes de grabar mi primer cassette, ya mis fantasías discográficas incluían problemas con el sello.

Y yo pensaba: – algún día voy a tener mi sello y voy a grabar lo que se me cante el culo.

Después tuve la suerte de que mi amigo LitTo escuchó ese TDK y me dijo:

-lo que me diste suena como el orto, pero la música que estás queriendo hacer está buena!

 

-mándame todo lo que hagas a …

y anoto en la servilleta una dirección de acá, de Capital, que en ese momento a mí me sonaba tan lejano como Dubai.

 

Era la grabación de “Sonidos del invisible Jardín”, que fue el primer concierto que compuse y arreglé, aunque en ese momento, que apenas rozaba los 20, lo único que sabía era escribir música más o menos (más que leer…)

Y no tenía ninguna certeza de que todas las partes que había escrito suenen bien juntas.

La clave es que primero la escuches en la cabeza y después la escribas.

Y no escribir todo, así la dejas a la música también que vaya un poco por dónde quiera.

 

Porque ella sabe más que nosotros.

 

Al tiempo terminamos en Bs. As. grabando en lo de LitTo un vinilo con mi banda de amigos: Mate de Luna.

 

Y la verdad desde entonces pude hacer después otros discos de lo que se me dió la gana, sin problemas y sin pensar en si alguien lo iba a comprar después.

Gracias a que LitTo es generoso, insólito y melómano.

Ahora ya somos más amigos, me invita a jugar a su casa y hacemos discos juntos también.

 

Y también me ayuda a que tenga mí sellito para hacer los discos que quiera sin tener que preguntarle.

Cuando llegué aca, a los pocos meses vendí el saxo y me compré una portátil, una placa y un micro.

Lo primero que grabé fue a amigos, como quien aprende. Por eso están incluidos siempre desde entonces.

 

Por suerte está Marito también que es un mago para agarrar todos las tiritas grabadas y trenzarlas prolijito, para que suene bien lindo.

 

La cuarentena fue el encerrón que nos hizo hacer un montón de discos.

Ahora como no tengo que preguntarle a nadie, puedo preguntarle a todos y sacar discos más variados.

No solo los que me gustan a mí.

 

Porque a mí también me encanta escuchar de esas músicas que no están dentro de la lista de las que me gustan.

 

Y ocupo mi tiempo en hacer los discos más que en contarle a las otras personas.

 

Y cuando se enteran, por ahí yo ya estoy en otro lugar, haciendo otros discos así… callao nomás.

 

Por eso mi sello se llama La Muda.@lamudarecords